No se dejen llevar por aquello de -Más vale malo conocido que bueno por conocer-. Cientos de miles de familias apostaron por una Cataluña desconocida y acertaron; decidieron apostar por -lo bueno por conocer y nunca nadie se arrepintió.
Los que vinimos a Cataluña de otros lugares de la península somos ahora los padres de esos nuevos catalanes que, como decía con tanto acierto Paco Candel -defenderán esta tierra con la misma fuerza o más, que cualquiera que haya nacido en Cataluña-.
Yo no soy catalán de nacimiento pero sí de sentimiento y defenderé esta tierra con la misma fuerza que cualquiera que haya nacido en ella.